Es un BPM (Business Process Management) que implementa un conjunto de servicios y herramientas de software que facilitan la administración de procesos de negocio (contempla todo el ciclo de vida del proceso: análisis, definición, ejecución, monitoreo y control).
Además considera una integración de flujos definidos con aplicaciones o sistemas externos y un soporte para interacción humana.
Permite diseñar un proceso, de uno o varios flujos de trabajo, estableciendo flujos paralelos o secuenciales, conformados por un conjunto de actividades que se van concatenando a través del tiempo, impulsadas por eventos, para cumplir un determinado fin.
Se parametrizan las reglas de negocio que afectan el comportamiento en determinados puntos del proceso como: políticas, restricciones, validaciones, cálculos, entre otros.
Permite parametrizar la forma en que el sistema asigna las diferentes actividades a los intervinientes del proceso, como por ejemplo: por distribución de carga, por usuario originador, entre otros.
Definición de los campos que se van a visualizar en la pantalla de cada flujo, ordenados por pestañas y párrafos. Los cambios de los formularios son flexibles, no requieren programación.
Organización y almacenamiento digital de documentos asociados a un proceso. Integración nativa con SharePoint y posibilidad con otros gestores documentales como OpenKM.
Facilidad para interactuar con sistemas propios de la organización o externos, de forma transparente para el usuario.
Los flujos se actualizan gráficamente y de forma simple para atender las nuevas condiciones del mercado, cambios en las reglas de negocio y las necesidades de los clientes.
Seguimiento de las ejecuciones de una actividad: fecha y hora de creación, asignación y resolución. Además, envía notificaciones de alerta cuando existe retraso en el procesamiento de una actividad, a través de LogiNotificador o un módulo externo de notificaciones automáticas.
Mayor productividad y rendimiento.
Fácil adaptación a las reglas de negocio sin necesidad de programación.
Áreas interconectadas.
Optimización de recursos.
Monitoreo constante para detección de cuellos de botella y puntos de mejora.
Estandarización de procesos.
